La extirpación del útero se efectúa mediante una endoscopia del abdomen (laparoscopia), de ahí que también se denomine “histerectomía laparoscópica”. La ventaja de este procedimiento quirúrgico es que se trata de una técnica mínimamente invasiva que no requiere más que unas incisiones mínimas en la piel, por lo que tan solo deja pequeñas heridas en el abdomen. ***
Instrumentos especiales dotados con cámara e iluminación muestran el área que se está operando ampliada en una pantalla y garantizan unas condiciones de visibilidad perfectas. Debido a que se emplean cámaras de alta definición con magnificación de la imagen, el procedimiento es más seguro, más rápido y con menos sangrado operatorio, todo lo anterior aunado a las heridas mínimas de 1cm o ½ cm producen como resultado una mejor recuperación posoperatoria al ser menos dolorosa y más breve y que permite reintegrarse con relativa rapidez a las actividades normales.
Dentro de la histerectomía laparoscópica se puede extirpar el útero de dos modos:
- Histerectomía “simple” laparoscópica: Recomendada en pacientes con problemas uterinos benignos como miomatosis, sangrado uterino anormal, dolor pélvico etc, se extirpa el úteroa través de un “cánula” especial (trocar) después de desmenuzar cada uno de sus tejidos mediante un morcelador. El trocar y el instrumental utilizado para cortar y suturar se introduce previamente a través de pequeñas incisiones practicadas en el abdomen.
- Histerectomía radical laparoscópica: Recomendada en pacientes con cáncer de cuello uterino, de endometrio y en cáncer de ovario, se extirpa además del útero, también el aparato de sostén del órgano y, en determinados tumores, los ganglios pélvicos, una parte de la vagina(manguito vaginal) así como los ovarios y las trompas de Falopio.
¿EN QUE PACIENTES ES NECESARIA UNA HISTERECTOMIA LAPAROSCOPICA?
La causa de 9 de cada 10 casos de histerectomía es una enfermedad benigna que puede estar relacionada bien con la capa muscular del útero, la mucosa (endometrio), una posición alterada del órgano (descenso del útero) o con sangrados.
El denominado útero miomatoso se produce cuando se forman varios tumores benignos (miomas) en la capa muscular de la pared uterina. Los miomas causan molestias como una menstruación irregular y dolorosa (alteraciones del ciclo). La extirpación del útero es la operación más común para tratar un útero miomatoso.
Otra enfermedad benigna que puede derivar en la extirpación del útero es la endometriosis. En una endometriosis, la mucosa uterina se implanta fuera del útero, por ejemplo, en la cavidad abdominal. Durante la menstruación el tejido “desplazado” causa dolores de intensidad creciente. La endometriosis es una de las enfermedades ginecológicas más comunes y afecta a entre seis y ocho mujeres de cada cien en edad de madurez sexual.
También una alteración en la posición del útero puede hacer necesaria la intervención quirúrgica. Un ejemplo es el descenso del útero (prolapso uterino), que se trata de una fase avanzada de la caída del útero. Cuando esto sucede, el útero desciende a través de la vagina en dirección a la vulva y desde allí hacia el exterior. En casos extremos, la cúpula vaginal vuelca y sobresale junto con el útero por la vagina.
Otro posible caso que requiere la extirpación del útero son las alteraciones del ciclo menstrual que no pueden controlarse con medidas no quirúrgicas y que provocan sangrados recurrentes.
Las enfermedades malignas que precisan de histerectomía como tratamiento son:
- Cáncer de útero(carcinoma de endometrio o carcinoma de útero): se trata del tumor maligno más común en un órgano indispensable para la reproducción.
- Cáncer de ovarios (carcinoma ovárico)
- Cáncer de cuello de útero(cáncer cervical): la necesidad de extirpar el útero dependerá de lo avanzado que esté el cáncer de cuello de útero. Normalmente se recomienda una histerectomía en las siguientes situaciones, aun cuando el cáncer todavía se encuentra en una fase inicial:
- cuando la mujer no expresa deseo de tener hijos
- cuando la paciente ya no menstrúa (menopausia) y se encuentra en la denominada postmenopausia o
- cuando existen otras enfermedades en el útero(por ejemplo, miomas, como en el útero miomatoso)
MIOMATOSIS UTERINA
Un mioma (tumor en el útero) es un tumor benigno que se desarrolla en las células musculares del útero. Los estrógenos regulan el crecimiento de los miomas, por eso, generalmente se producen durante el periodo de la madurez sexual.
En general, los miomas son tumores muy frecuentes. Pero es a partir de un cierto tamaño o una posición desfavorable cuando empiezan a provocar molestias. Sólo en estos casos es necesario realizar un tratamiento. Los síntomas de un mioma son, importantes hemorragias y dolores y en casos infrecuentes pueden llegar a provocar incluso abortos o partos prematuros.
El tratamiento habitual para los miomas era la intervención quirúrgica. Si se trata de miomas únicos se pueden eliminar con una enucleación conservando el útero, mientras que en el caso de fibromas miomatosos (útero miomatoso) suele ser necesaria la extirpación de la matriz (histerectomía).
Procedimientos que se pueden realizar por mínima invasión:
Histerectomía laparoscópica
Miomectomia laparoscópica
DOLOR PELVICO CRONICO
Un dolor que persiste más allá de 6 meses debe ser investigado, tanto desde el punto de vista somático como del psicosocial.
Debe realizarse con un correcto interrogatorio extenso y preciso. Resulta imprescindible un buen examen clínico y realización de una analítica de laboratorio mínima. Como pruebas diagnósticas destaca la ecografía pélvica, mejor si se realiza con sonda vaginal, la laparoscopia, que permite el examen directo de la pelvis. Otras exploraciones como la resonancia magnética pueden ser útiles.
Una vez evaluado correctamente el dolor, si se ha encontrado una causa específica, el tratamiento de esta causa es lo primordial para el éxito terapéutico.
En los casos en que el tratamiento farmacológico no funciona, el tratamiento ha de ser quirúrgico específico, según aquellas situaciones en las que se haya encontrado una aparente o posible causa del dolor, como por ejemplo la liberación de adherencias, la fijación uterina, la propia histerectomía.
En otras ocasiones, se realizará un tratamiento quirúrgico de las vías del dolor con la finalidad de seccionar los nervios que transmiten las sensaciones dolorosas.
Procedimientos que se pueden realizar por mínima invasión:
Ablación de nervios uterosacros por laparoscopia
Liberación de adherencias por laparoscopia
Resección de endometriomas por laparoscopia
Histerectomía laparoscópica
QUISTES DE OVARIO
Los quistes ováricos son relativamente comunes y se presentan con más frecuencia durante los años fértiles de una mujer (desde la pubertad hasta la menopausia).
Un quiste de ovario (quiste ovárico) es una inflamación en el ovario que adquiere una forma de saco y está rodeada por una cápsula con un contenido líquido que puede ser denso o fluido. Estos tumores suelen ser benignos.
Estos quistes son menos comunes después de la menopausia. No se han encontrado factores de riesgo conocidos.
Los quistes ováricos funcionales son diferentes a los tumores ováricos (incluyendo cáncer de ovario) o a quistes debido a afecciones relacionadas con las hormonas, como la poliquistosis ovárica.
Se puede necesitar cirugía para extirpar el quiste o el ovario con el fin de verificar que no haya células cancerosas. La cirugía muy probablemente se necesite para:
- Quistes ováricos complejos que no desaparecen
- Quistes que estén causando síntomas y que no desaparecen
- Quistes ováricos simples que sean mayores de 5 centímetros
- Mujeres menopáusicas o que estén cerca de la menopausia
Procedimientos que se pueden realizar por mínima invasión:
Resección de quistes de ovario por laparoscopia
Quistectomia laparoscópica
Salpingectomia y salpingooforectomia laparoscópica
Laparoscopia diagnostica con toma de biopsias.
MIOMECTOMIA LAPAROSCOPICA
Un mioma (tumor en el útero) es un tumor benigno que se desarrolla en las células musculares del útero. Los estrógenos regulan el crecimiento de los miomas, por eso, generalmente se producen durante el periodo de la madurez sexual.
En general, los miomas son tumores muy frecuentes. Pero es a partir de un cierto tamaño o una posición desfavorable cuando empiezan a provocar molestias, en mujeres jóvenes en edad reproductiva es una de las causas de infertilidad, posterior a retirar el mioma las tasas de fertilidad aumentan hasta 60%.
La operación de miomectomía por laparoscopia (mioma uterino) permite llevar a cabo la extirpación de miomas uterinos sin la necesidad de una cirugía abierta siendo la opción más interesante en cuanto a resultados y reducción de tiempos de recuperación.
Procedimientos que se pueden realizar por mínima invasión:
Miomectomia laparoscópica